Me sorprende nunca haberte visto en la universidad, seguramente cruzamos los pasos, tal vez nos miramos pero debido a lo determinado en el tiempo, nos ignoramos. ¿No te vi en aquellos años? Conocemos a personas en común, estuviste en los mismos sitios que yo... quizá observaba en la dirección equivocada, pues entonces -pienso- tus ojos habrían sido la trampa donde me hubiese -sin remedio- perdido, como hoy sucede.
¿Será también? que con cada paso, uno aprende que el amor no es eterno, que quizá el gusto y la atracción se diluyen... sea lo que sea, en agradecimiento escribo lo que escribo, siendo que vuelvo -inevitablemente, me temo- a sentir aquello que pensaba, olvidado.
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