Salto de una roca a otra, voy así, cruzando sobre una corriente de agua, la sombra me acompaña.
Para los sueños tengo al cielo nocturno con sus miríadas de luces, al suelo como sustento para esos, mis ligeros pies.
Llamar, designar, nombrar... tarea humana que poco sea para un todo, designado como universo, cosmos o el tododelascosas, es todo y nada.
Las palabras, como el pensamiento, son ambos un modelo imperfecto de aquello que sentimos y observamos, que deseamos explicar, ¿qué es real?
El sueño del agua oscura a las orillas, miedo que es agua, de sus olas es agua el más profundo de mis miedos.
¿Sea el velado insulto un medio? Tal vez para recrear la imagen del lobo devorando al cordero, cierto es que ésta es la continuidad de la vida, no basamento para la palabra hiriente.
Aquel que desprecia dirá, acerca de aquello que otros aman le es ajeno, vulgar. En cambio dirá sobre lo que aquellos odian, a él le agrada.
Al mirar, la raíz, me doy cuenta de que siempre he sido persona, como tal me nombro: Tlākatl.


No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Deje usted su comentario.