Fragmento
"...revisaba una vieja cuenta de correo, que ya no utilizo... y entré debido a que a ella llegan (todavía) avisos y mensajes del posgrado. Encontré un correo sin leer, que tenía el mismo mensaje que había recibido en la red social, por lo tanto no me detuve mucho en sus breves palabras y acto seguido lo borré... teniendo ese destino, me encargué de buscar otros mensajes de ese mismo remitente para desaparecerlos (en caso de que hubiese alguno), mas no fueron muchos los encontrados... recuerdo que hace tiempo ya había eliminado (casi) todo rastro de aquellas palabras.
Y pienso que todo estaba destinado a ser así, porque en el fondo sentí que estaba mal, desde el inicio hasta su culminación. Mi amiga B dice que el amor se construye, y he de reconocer que jamás estuve dispuesto a hacerlo: no recuerdo la fecha de su cumpleaños, jamás me aprendí el número de la matrícula de su auto, mucho menos su número telefónico... al igual que el correo apenas descubierto, una fotografía extraviada me recordó algunas cosas que no estoy seguro de que hayan sucedido, en vez de recordar, llené ese hueco de memoria con el volumen de otras ideas. A excepción de esa fotografía, no quedó ninguna otra, puesto que tuvieron como destino la eliminación y el olvido.
La memoria es prodigiosa y engañosa, cosas que agradezco, porque poco queda de aquello, por lo tanto puedo seguir y retomar el punto donde me quedé, tras esa pausa auto-obligada. Me dije que volvería a escribir, y no he dejado de hacerlo, encontré el libro que estaba redactando... jamás me había parecido tan malo lo que entonces escribía, por lo cual estoy rehaciendo todo aquello, puesto que a la vez, descubrí que ese libro es y era para mí, solamente para mí".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Deje usted su comentario.