Fútbol y corrupción... México

Nunca he sido aficionado de fútbol, y espero no serlo nunca...

Dicen que el deporte de un país es el reflejo de éste. Lo he escuchado en esporádicas ocasiones, y he de decir que es parcialmente cierto: Lo expongo primeramente como el deporte en relación con la inversión que cada país realiza para el desarrollo de sus deportistas, aunque actualmente los deportistas buscan patrocinadores quienes les otorguen recursos económicos no sólo para su desarrollo, sino para vivir (en este país casi para sobrevivir). Como segundo punto, diré que una selección de fútbol que prácticamente pertenece a un duopolio televisivo, y éste refleja claramente al país y a su cultura de corrupción, -en este punto no incluyo a otros deportistas que carecen de apoyo para crecer- aquí señalo al gran negocio que representa el fútbol, y como negocio su interés es el de obtener el máximo beneficio no importando las formas y los medios para obtenerlo, y hacer trampa es otro de los rostros de la corrupción. Si un monopolio -o duopolio- televisivo se ha valido de todas las mañas para mantenerse como una fuerza económica preponderante ¿no es normal que una de sus franquicias utilice los mismos métodos? La FIFA es una muestra -también- de ello. A Joseph Blatter le lanzaron billetes para ejemplificar la ambición -y corrupción- que impera en el ámbito del fútbol. Lo que pasó hoy, miércoles 22 de julio de 2015, en el partido México-Panamá es una joya.

Mientras los atletas de otras disciplinas enfrentan carencias y los abusos de sus directivos, el fútbol merece mención aparte. No hacen falta distractores como la fuga del Chapo, el fútbol cumple con esa cabal, loable y beneficiosa misión, aunque el beneficio no sea para la población mexicana. Entonces, como máximo deporte en México, nuestro fútbol nos muestra hoy que está acorde con la cultura de la corrupción, por lo tanto es un reflejo fiel de nuestro país.

 

Emilio Azcárraga Jean, dueño de Televisa y prácticamente de la Selección Mexicana de Fútbol

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